Agosto es ese mes en el que el verano alcanza su punto máximo, el sol acaricia con más fuerza y el cuerpo, casi por instinto, pide escaparse.
Pero, ¿y si este año el plan es distinto? ¿Y si, en lugar de quedarte dentro de España, te animas a cruzar fronteras y descubrir nuevos horizontes? Tanto si sueñas con perderte en una gran ciudad, respirar aire puro entre montañas, mimarte en un spa con tu pareja o descubrir mercados exóticos con amigas, aquí tienes una guía con los mejores destinos fuera de España para viajar en agosto.
Agosto es temporada alta en muchas regiones del mundo, pero también es un momento ideal para conocer lugares que viven su mejor versión en verano. Además, los días son largos, los paisajes están en su máximo esplendor y, con una buena planificación, aún puedes encontrar opciones de ahorro sin renunciar a calidad ni seguridad.
Algunos destinos, además, viven su temporada baja y resultan más tranquilos, auténticos y accesibles. Eso sí, no olvides preparar tu escapada con previsión y contratar un buen seguro de viaje internacional para viajar con total tranquilidad.
Subes por el Royal Mile entre músicos callejeros, librerías antiguas y el aroma del whisky. Agosto brilla con el Festival Internacional de Edimburgo: arte, teatro y creatividad en cada rincón. Visitas el Castillo de Edimburgo, asomado sobre un acantilado, y por la tarde te sientas en los jardines de Princes Street a mirar cómo la ciudad cobra vida entre gaitas y puestas de sol tardías. Si te interesa la historia, no te pierdas el Real Mary King’s Close: un viaje al pasado subterráneo de la ciudad.
Paseas por el mercado de Granville Island, pruebas bagels con salmón ahumado y exploras los coloridos puestos de frutas, flores y artesanías. Luego caminas por el seawall hasta Stanley Park, donde te esperan bosques primarios y tótems indígenas. Cierras el día viendo el atardecer desde English Bay con una cerveza artesanal local. Si quieres seguir explorando, toma un ferry a North Vancouver y sube al Grouse Mountain: las vistas son inolvidables.
Desciendes hacia la Ribeira entre fachadas coloridas, comes bacalao a la brasa con vino verde y cruzas el puente de Luis I a pie mientras el atardecer pinta el río Duero de naranja. Visitas las bodegas de Vila Nova de Gaia y navegas por el río entre colinas llenas de historia y sabor. En agosto, el ambiente es festivo, con ferias locales, mercados nocturnos y artistas callejeros que suman magia a cada paseo.
Caminas entre ruinas milenarias, tocas columnas doradas por el sol y sientes que los dioses aún murmuran entre las piedras. Visitas el templo de Apolo, el teatro antiguo y el museo arqueológico, donde las estatuas parecen respirar mitología. En verano, el entorno montañoso se llena de fragancias de pino y tomillo, y la vista desde la ladera del monte Parnaso se graba en la memoria.
Entras en la antigua biblioteca de Celso y el mármol aún conserva el calor del día. Imaginas a filósofos y mercaderes en las calles de piedra. Luego, una caminata hasta el Templo de Artemisa te conecta con una de las Siete Maravillas del mundo antiguo. A pocos kilómetros puedes visitar la Casa de la Virgen María y el pueblo de Şirince, famoso por sus vinos y vistas.
Visitas el castillo de Stirling, escuchas historias de William Wallace y paseas por estancias medievales donde todo habla del pasado. El monumento a Wallace te espera en lo alto, ofreciendo vistas panorámicas que narran siglos de historia escocesa. Si te interesa profundizar, sumérgete en el Battle of Bannockburn Visitor Centre para una experiencia inmersiva sobre una de las batallas más célebres de la independencia escocesa.
Tomas un tren a Maribor, comes en un mercado local y te alojas en un hostal encantador junto al río Drava. Paseas por su casco histórico, visitas la vid más antigua del mundo y disfrutas de cafés con terrazas donde cada gasto se vuelve experiencia. También puedes alquilar una bici y recorrer los viñedos de la región de Styria: una escapada barata, verde y llena de sabor.
Exploras el casco histórico de Sibenik, te pierdes en callejones de piedra blanca y disfrutas de calas tranquilas sin precios exorbitantes. Visitas la Catedral de Santiago y subes a las fortalezas que regalan vistas del Adriático. En los alrededores, los parques nacionales de Krka y Kornati ofrecen naturaleza y aventura por poco dinero.
En Guimarães, cuna de Portugal, los castillos medievales, los cafés baratos y la tranquilidad son el plan perfecto para el bolsillo y el alma. Paseas por el centro histórico, Patrimonio de la Humanidad, y sientes cómo la historia y la sencillez se entrelazan en cada plaza. Prueba el vinho verde en alguna tasca local y descubre cómo el encanto no siempre cuesta caro.
Te alojas en un hotel art nouveau con vista a los fiordos. Paseas por calles que parecen salidas de una postal, haces excursiones privadas en barco y por la noche cenas salmón fresco con vino blanco en una terraza con música en vivo. Para una experiencia completa, reserva un tour panorámico por el fiordo Hjørundfjord en lancha rápida o helicóptero.
Duermes en el hotel privado del Blue Lagoon, con spa exclusivo y tratamientos geotermales. Por la noche, observas el cielo ártico desde tu suite de cristal mientras degustas platos nórdicos de autor elaborados con ingredientes locales. Si buscas un extra, reserva una experiencia privada en The Retreat Spa con acceso exclusivo a lagunas termales ocultas entre rocas de lava.
En Çeşme descansas en un resort frente al mar Egeo, con desayuno turco a la carta, masajes y una playa privada donde cada detalle está cuidado. Navegas al atardecer en velero y pruebas cocina otomana en restaurantes con encanto oriental. No te pierdas los baños termales de Ilıca ni las tiendas de diseño en Alacati, donde el lujo tiene sabor local.
No se trata solo de sumar kilómetros, sino de descubrir lo que cada destino despierta en ti. Dejarse sorprender, salir de la rutina, caminar por otras calles, probar nuevos sabores. Y también descansar, desconectar, mirar el mundo con otros ojos.
Ya sea que elijas la aventura de Islandia, la calma del Duero o la vibra mediterránea de las islas griegas, tu agosto puede ser inolvidable. Prepara tu maleta con ilusión, lleva tu pasaporte y tus ganas intactas. El mundo te espera. Y recuerda: A donde vayas, lleva contigo la seguridad. No olvides contratar tu seguro de viaje internacional para que la única preocupación sea cuál será tu próximo destino.