Viajar sola es una de las experiencias más transformadoras y enriquecedoras que puedes vivir. Ya sea que estés buscando conocerte mejor, disfrutar de tu independencia o simplemente tomarte un respiro de las rutinas, existen destinos perfectos para hacerlo de forma segura, enriquecedora y divertida.
Si es tu primera vez viajando sola, es normal tener dudas o incluso algo de miedo. Por eso, hemos preparado esta guía con los mejores destinos para viajar sola por primera vez, con recomendaciones adaptadas a distintos gustos.
Viajar en solitario te permite moverte a tu propio ritmo, tomar decisiones según tus propios deseos y descubrirte en contextos completamente nuevos. No tienes que negociar itinerarios ni justificar tus elecciones: todo el viaje gira en torno a ti. Para muchas mujeres, este tipo de experiencia se convierte en un rito de empoderamiento personal, y en muchos casos, una costumbre que desean repetir.
Antes de entrar en los destinos recomendados, aquí van algunos consejos clave:
Lisboa es acogedora, vibrante y tiene ese aire nostálgico que enamora. Con su arquitectura colonial, tranvías amarillos, fado en las calles y barrios como Alfama o Chiado, es una ciudad para perderse a pie y respirar historia. Puedes visitar monumentos como la Torre de Belém o el Monasterio de los Jerónimos, además de disfrutar de miradores con vistas al Tajo. Además, los portugueses son amables y hospitalarios, y el idioma no supone una barrera demasiado grande para hispanohablantes.
Kioto ofrece un encuentro con la espiritualidad y la tradición japonesa más profunda. Templos milenarios como Kinkaku-ji, los caminos de bambú de Arashiyama, las calles de Gion con geishas y casas de té tradicionales, componen un escenario que parece suspendido en el tiempo. Es un destino ideal para las que buscan silencio, contemplación y belleza estética. Japón, además, es uno de los países más seguros del mundo para las viajeras solas, con una infraestructura impecable y respeto por la privacidad y el espacio individual.
Cracovia es una joya del este europeo, ideal para presupuestos ajustados y amantes de la historia y la arquitectura. El casco antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad, está lleno de iglesias góticas, plazas empedradas y cafeterías con encanto. Puedes visitar el Castillo de Wawel, el barrio judío de Kazimierz y el sobrecogedor museo de la Fábrica de Schindler. La ciudad combina tradición, vida universitaria y una oferta cultural rica y accesible.
Si eres una amante de la naturaleza en estado puro, Islandia es tu paraíso. Glaciares, géiseres, volcanes, cascadas y auroras boreales convierten este país en un espectáculo natural constante. Es un destino seguro, limpio y con una infraestructura perfecta para recorrerlo sola en coche o en tours organizados. Lugares como el Círculo Dorado, la Laguna Azul o el glaciar Vatnajökull permiten vivir experiencias únicas. Ideal para reconectar contigo misma, en un silencio que solo la naturaleza más salvaje puede ofrecer.
La “Pura Vida” de Costa Rica no es solo un eslogan: es una filosofía de vida. Playas salvajes, selvas exuberantes, fauna impresionante y un enfoque sostenible del turismo convierten a este país en un paraíso para las viajeras eco-conscientes. Es uno de los destinos más seguros de América Latina, y además cuenta con muchas opciones de turismo responsable y aventura: tirolesas, surf, senderismo y avistamiento de animales. Perfecto para quienes buscan conexión con la naturaleza y espíritu libre.
Escocia ofrece paisajes que parecen sacados de una novela de fantasía: lagos misteriosos como el Ness, montañas cubiertas de niebla, castillos en ruinas y caminos infinitos entre colinas verdes. Puedes hacer rutas como la North Coast 500 o visitar la Isla de Skye. Además, su gente es cálida y servicial, y las conexiones entre ciudades y pueblos son sencillas. Es un destino que combina naturaleza, leyendas y una historia fascinante.
Esta ciudad vasca es considerada una de las capitales gastronómicas de Europa. Aquí puedes disfrutar desde pintxos en bares tradicionales hasta restaurantes con estrellas Michelin. El ambiente es relajado y amable, lo que favorece a quienes viajan solas. Además, el entorno natural –playa, mar y montaña– invita a largos paseos entre bocado y bocado. No te pierdas el Mercado de La Bretxa y una cata de sidra en una sidrería tradicional.
Bangkok es el paraíso del street food. Si no te intimidan los sabores exóticos, esta ciudad te ofrece una explosión de aromas y texturas que se quedarán en tu memoria para siempre. Pad thai, mango sticky rice, curry rojo, sopa tom yum… y todo a precios accesibles. Además, Tailandia es muy amigable para viajeras solas, con una gran comunidad mochilera y muchas actividades pensadas para quienes viajan sin compañía.
Un destino que ofrece historia, arte y una cocina que es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Desde tacos callejeros hasta alta cocina, la CDMX es una joya para el paladar. Visitar mercados como el de San Juan o la Merced es toda una experiencia sensorial. Además, hay zonas muy seguras para alojarse, como Coyoacán, Roma o Condesa, y una gran variedad de actividades culturales y gastronómicas para disfrutar sin prisas.
Ámsterdam es ideal para moverse sola en bicicleta o a pie. Es una ciudad cosmopolita, con una fuerte cultura de respeto e igualdad. Sus canales, museos como el Rijksmuseum o el de Van Gogh, y su ambiente liberal la hacen perfecta para una primera experiencia en solitario. Hay cafés encantadores, mercados al aire libre y excursiones a pueblos cercanos como Zaanse Schans o Volendam.
Con un estilo de vida relajado y multicultural, Melbourne es una de las ciudades más agradables para vivir… y para visitar. Tiene una escena cultural vibrante, cafés increíbles, barrios artísticos como Fitzroy y parques urbanos perfectos para descansar. Además, es una ciudad segura y con muchas oportunidades para conectar con otros viajeros.
Una de las ciudades más seguras y sostenibles del mundo. Copenhague combina diseño, arquitectura moderna, espacios verdes y una excelente calidad de vida. Puedes recorrerla fácilmente en bicicleta, disfrutar de la Nueva Ópera o pasear por el colorido Nyhavn. Es una ciudad perfecta para quienes buscan un entorno tranquilo y estimulante a la vez, con una clara conciencia medioambiental.
Viajar sola es una invitación a escucharte más, a ver el mundo con otros ojos y a descubrir que puedes con todo. Además, en el camino se cruzan personas maravillosas: otras viajeras, locales amables, anfitriones generosos. No estás sola, estás contigo. Y eso, muchas veces, es lo más valioso.
Así que prepara la mochila, elige tu destino, y no olvides contratar un seguro de viaje antes de despegar. ¡La aventura comienza ahora!
